viernes, 26 de mayo de 2017

Feminicidio en México, relacionado con trata de personas

 Región Norte se ubica como un foco rojo, advierte investigación


CIMACFoto: Anaiz Zamora Márquez
Por: la Redacción 
Cimacnoticias | Ciudad de México.- 25/05/2017El aumento de casos de feminicidio tiene múltiples causales, entre ellas, existe un vinculación directa con la trata de mujeres con fines de explotación sexual comercial y la presencia del crimen organizado, ubicado de manera concreta en Norte en el país, indica el informe, “Trata de personas en México” 2017.

El reporte hecho por la organización Hispanics in Philanthropy (HIP), a través de entrevistas a 70 organizaciones, realizó una radiografía sobre las rutas y situaciones de trata de personas en México, donde explica que “existe una feminización en el tema de trata de personas el cual está encasillado en la explotación sexual por los numerosos casos de violencias y feminicidio”.

HIP es una red transnacional de donantes comprometidos a fortalecer el liderazgo, la voz y la equidad de las comunidades latinas en todo el Continente americano. Reúne a donantes, organizaciones civiles, investigadoras para estudiar diversas realidades.

La investigación sostiene que en la región Norte, se ubica como foco rojo de trata de mujeres con fines de explotación sexual, los municipios de Tijuana, Tecate y Ensenada en Baja California.

Asimismo, en Chihuahua y Ciudad Juárez se mantiene un fenómeno ya denunciado por organizaciones civiles y madres de víctimas de feminicidio en 1993; la relación entre la desaparición de mujeres para fines de explotación sexual y el feminicidio, como el término de este círculo de violencia contra las mujeres.

Lo mismo sucede en Nuevo León y Coahuila, reporta la organización. La situación se torna compleja en esta zona, al contar con la presencia de crimen organizado, cruces migratorios, y rutas férreas.

Los testimonios de agrupaciones, indica el documento, hablan de la falta de preparación de las autoridades gubernamentales en esta zona para identificar si una desaparición puede tener relación con una situación de trata o bien, la burocracia y corrupción dentro del sistema se opone como un elemento para realizar acciones efectivas de búsqueda y acceso a la justicia.

REGIÓN CENTRO

En esta área geográfica que considera la Ciudad de México, Puebla, Tlaxcala, Morelos, Estado de México, Michoacán e Hidalgo, la organización advierte que la dinámica de trata de personas se combina con actividades ilícitas, por ejemplo, en Puebla identificaron que las mujeres son intercambiadas entre grupos delictivos con fines de esclavitud sexual y laboral.

Para esta área se tiene ubicado de manera muy concreta las características de las víctimas que son mujeres: jóvenes de 16 a 22 años de edad –y en algunos casos se indica que niñas de 10 años- mujeres indígenas, y mujeres estudiantes de telesecundaria rural o bachilleratos urbanos.

Las organizaciones civiles consultadas refieren que entidades como Michoacán donde la delincuencia está articulada, una vez que llegan a localizar alguna mujer víctima de explotación sexual, ante el peligro y por su seguridad, la tienen que enviar a la Ciudad de México, lo mismo sucede en Tlaxcala.

La investigación arrojó que los tratantes en la zona Centro han diversificado sus modus operandi, más efectivos y menos visibles, esta situación se mezcla con el rechazo al tema por parte de las autoridades de gobierno, “no hay información o no se ha querido hablar del tema”, subraya el documento.

EL BAJÍO

El informe destacó que en la zona del Bajío –que comprende los estados de Querétaro, Guanajuato, San Luis Potosí, Jalisco, Zacatecas, Aguascalientes, Colima y Nayarit- las organizaciones civiles presumen que el alto índice de mujeres adolescentes desaparecidas –en específico esta población- podría estar relacionado con la trata para fines de explotación sexual.

Sin embargo, el análisis del grupo de investigadores de HP, concluyó, que no existen cifras o elementos que avalen esta hipótesis, por lo que la desaparición de mujeres adolescentes creen, “puede responder a la ausencia de un núcleo familiar estable, pero también a las malas condiciones de seguridad en el estado, así como a un nivel alto de falta de oportunidades para estudiar y emplearse dignamente en algún sector regulado”, describen.

SUR

En el sur del territorio, HP observó que en las comunidades indígenas, los padres de familia con frecuencia ofertan y venden a sus hijas menores de edad y adolescentes, a quienes forzan a contraer matrimonio sin que las autoridades logren detectar la situación, “por la falta de lineamientos claros para hacerlo y porque justifican la acción como aspectos de usos y costumbres”.

Esta área conformada por Campeche, Chiapas, Tabasco, Veracruz, Yucatán, Quintana Roo, Oaxaca y Guerrero, también se identifica como un punto de cruce migratorio, identificado como foco rojo para cooptar mujeres migrantes con fines de explotación sexual.

Sin embargo, a partir del rastreo que hizo el equipo de investigación se identificó que no existe protección ni atención para las víctimas. Y sólo lograron identificar en esta zona tres refugios especializados para atender a mujeres víctimas de trata.

17/RED
 

sábado, 20 de mayo de 2017

Asesinan a 300 mujeres y desaparecen 2 mil en 13 meses en Edomex

La alerta de género es letra muerta
Roberto Garduño
 
Periódico La Jornada
Sábado 20 de mayo de 2017, p. 16
Entre enero de 2016 y el mismo mes de 2017 se registraron 300 homicidios de mujeres en el estado de México, y 2 mil desapariciones de ellas, en su gran mayoría niñas y adolescentes, denunció el PRD en la Cámara de Diputados.
Omar Ortega, vicecoordinador de ese partido en San Lázaro, elaboró un punto de acuerdo a presentarse en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión para que la Secretaría de Gobernación y el gobernador Eruviel Ávila rindan un informe detallado sobre la violencia de género que se registra en la entidad mexiquense.
Casi dos años de aplicación de la Alerta de Violencia de Género y cuantiosos recursos públicos destinados a seguridad pública, pero en el estado de México no cesa la violencia feminicida y, por el contrario, sigue en aumento, lo mismo que las declaraciones triunfalistas de los gobiernos federal y estatal para ocultar su incompetencia, consideró el diputado perredista.
Por tanto, propuso que la Secretaría de Gobernación, el gobernador Eruviel Ávila Villegas, y la Auditoría Superior de la Federación (ASF) revisen la aplicación de los recursos destinados a dicha alerta, porque a todas luces sus resultados, en la práctica, son nulos en favor de las mujeres. Que el llamado se haga extensivo a los tres poderes de las entidades federativas, pues el fenómeno de agresión a las mujeres por el simple hecho de serlo se repite en la mayoría de ellas.
Menores, principales víctimas
El representante perredista refirió que Chalco, Chimalhuacán, Cuautitlán Izcalli, Ecatepec de Morelos, Ixtapaluca, Naucalpan de Juárez, Nezahualcóyotl, Tlalnepantla, Toluca, Tultitlán y Valle de Chalco Solidaridad, entre otros, son los municipios donde más crímenes de este tipo se cometen y donde, por lo mismo, la Declaratoria de Alerta de Género es letra muerta.
Además de 263 asesinatos en 2016 y 37 tan sólo en enero de 2017, en el estado de México se han registrado en los dos años recientes más de 2 mil desapariciones de mujeres, la gran mayoría niñas y adolescentes.

martes, 9 de mayo de 2017

‘‘Ser mujer, única culpa de Lesvy’’

Su madre evoca los sueños truncados de la joven
Araceli Osorio, el pasado viernes en CUFoto Carlos Ramos Mamahua
Periódico La Jornada
Martes 9 de mayo de 2017, p. 5
En la explanada de la Rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México, el pasado viernes 5 de mayo, ante la manifestación convocada por universitarias –estudiantes, profesoras, investigadoras y trabajadoras– para exigir justicia en el feminicidio de Lesvy Berlín Osorio, la madre de la joven improvisó un claro mensaje diciendo quién era su hija, cuáles sus estudios, sus trabajos y sus sueños. Estas fueron las palabras de Araceli Osorio, trabajadora de la UNAM:
Adolfo Gilly
‘‘Mi hija se llama, precisamente, Lesvy Berlín porque, desde el inicio, creo que estaba destinada a otra cosa. Desde que nació, prácticamente, se violó un derecho de ella: a su papá, por ser extranjero, no le permitieron o no nos permitieron registrarla con los apellidos, argumentando que él en ese momento no contaba con su FM3.
‘‘Por esta cuestión mi hija de pronto se llamó Lesvy Berlín Osorio Martínez. Su papá y yo decidimos que llevara el nombre de Lesvy para que no se les olvidara a quienes tenían que ratificar que desde el inicio estuvo presente su padre y que no sólo tenía madre también tenía padre.
‘‘Mi hija, como decía hace un momento, si bien no estaba inscrita había cursado aquí, en el sistema universitario, el nivel de iniciación. Estaba en el CCH Sur. Por decisión propia ella optó por dejar un momento la escuela para dedicarse exclusivamente a trabajar.
‘‘Se separó de nosotros para vivir con su compañero y eso creo que no la estigmatiza ni la convierte en un ser despreciable, como pareciera que quieren hacer parecer no sólo a mi hija sino a muchas, muchas mujeres que toman decisiones porque tienen la capacidad de hacerlo, y que cuentan con el apoyo de los papás.
‘‘No es que seamos permisivos, sino que respetamos la decisión de ellos porque también ellos saben que las decisiones tienen consecuencias.
‘‘Les decía que ella había trabajado en el área de cafeterías; le encantaban los preparados y la cocina. Era muy buena y se había puesto a trabajar porque estaba estudiando idiomas. Tenía conocimiento de varias lenguas, como inglés, francés, italiano, catalán. No era alcohólica ni drogadicta, como se quiere hacer creer.
‘‘Precisamente, si nosotros no habíamos manifestado nuestra inconformidad es porque estábamos en un proceso tratando de entender qué estaba pasando. Quien ha sufrido esto sabe perfectamente de qué estamos hablando.
‘‘Yo lo que quiero recalcar es que no es posible que se siga cometiendo este tipo de abusos por parte de las autoridades, donde las mujeres siempre tenemos la culpa de lo que nos pasa, de nuestra realidad.
‘‘Pareciera que nos gusta sufrir porque así vivimos: vivimos con violencia porque somos tontas, vivimos en la pobreza porque somos flojas, vivimos de la vida fácil porque decidimos o tenemos la necesidad de trabajar u ofrecer nuestro cuerpo. Y entonces nos van creando un mundo donde las mujeres son lo peor. Ni siendo niñas nos salvamos de eso.
‘‘Quiero agradecerles por esta muestra de solidaridad con mi hija. En su momento, nosotros vamos a manifestar nuestra palabra y nos gustaría que de ella se haga eco, porque creo que esa, finalmente, era la ambición de mi hija. Ella no va a poder estar con nosotros de manera física –lo entendemos y estamos tratando de procesarlo y asimilarlo–, pero sí de esta manera.
‘‘Lesvy quería estudiar lenguas, le gustaban las artes, la filosofía, la lectura. Era extremadamente lectora desde los cinco años, porque decía que quería ser ciudadana del mundo: ‘Mamá, no quiero quedarme. Yo voy a andar por todos lados, entonces tengo que aprender’. Creo que ella está con cada uno de ustedes, cada una de las personas que se están manifestando no sólo aquí, sino en otros lugares donde pueden tener otra religión, otro color de piel, otra lengua, y están manifestando su solidaridad con nuestra hija. Porque esto se armó prácticamente de un día para otro y vean la magnitud: cuando queremos hacer algo lo podemos hacer. Queremos que se escuche nuestra palabra y lo podemos hacer.
‘‘Les agradezco infinitamente por este espacio, por este foro. No debe ser la única vez. Creo que es momento para que nos podamos conocer y seguirnos manifestando y entrelazando nuestros dolores, sí, pero también nuestras esperanzas. No podemos ser un pueblo que viva del miedo, sino que tenemos que ser un pueblo con esperanza. Pero con una esperanza real, una esperanza bien entendida, no un eslogan. Yo les pido que no cesen en las formas en que puedan manifestarse, no sólo con la cuestión de nuestra hija, sino con todas las personas que ahorita no tienen voz. Si hay oportunidad de que se pueda crear este tipo de espacios, lo hagamos.
‘‘Van pasando movimientos y parece que el Estado piensa que son momentos: el YoSoy132, los compañeros de Ayotzinapa. Y resulta que no, aquí estamos: está Atenco, están las autoridades independientes indígenas que brotan por todos lados con los gobiernos autónomos. Yo creo que cada uno de ustedes son ejemplo vivo de lo que también era mi hija. Veo sus caras, veo muchas esperanzas y veo que mi hija tenía una misión muy grande y estoy empezando a entenderla. Gracias por ayudarnos, porque a veces se nos olvida que no sólo somos cuerpo y mente; también existe la sensibilidad.
‘‘Perdón que no pueda aportar más, pero lo haremos. Espero que haya oídos atentos y voces dispuestas a compartir estas experiencias, no para que lloremos ni nos lamentemos, sino para que sigamos adelante. Para que veamos que no estamos solas. ‘‘¡Ni una muerta más! ¡Ni un feminicidio más en la UNAM, ni en México, ni en ningún país o rincón del mundo! ‘‘Gracias, muchísimas gracias.’’