sábado, 21 de noviembre de 2009

Amarga justicia para las madres de Ciudad Juárez

Escepticismo ante la sentencia por 'feminicidios'

* Todavía está llena de tristeza y profundo desconcierto

* Ocho años después parece que la justicia comienza

Cuando llegué el jueves a la casa de Claudia Ivette González -desaparecida, muerta y encontrada hecha un esqueleto en un campo algodonero de Ciudad Juárez junto a otras 7 jóvenes-, su hermana Mayela, de 32 años y madre de 3 niños, salía de la casa para tomar un camión que le llevaría a su trabajo en una fábrica maquiladora. Hasta la 1 de la madrugada. Como Claudia Ivette, de 20 años, hasta un 11 de noviembre del 2001.
"Le echo mis bendiciones. Me da mucho miedo que desaparezca como Claudia Ivette pero estuvo mucho tiempo sin trabajar....",me comentó Josefina González Rodríguez, de 55 años, mamá de cuatro hijos (dos ya muertos: Claudia Ivette y Jesús, por cáncer en el mismo año que aparecieron los huesos de su pequeña), abuela de 10 y bisabuela de una niña de 3 meses.

Ocho años después parece que la justicia comienza. Al menos, por presión internacional. La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) declaró culpable al Gobierno de México de tres feminicidios en el campo algodonero, donde aparecieron 8 cuerpos de mujeres, según uno de los abogados del caso, Emilio Ginés. La sentencia no es aún oficial y trascendió ayer jueves 19 de noviembre, al finalizar la sesión del organismo dedicada a estos crímenes de mujeres impunes.

Josefina me recibió con dos mujeres llamadas Sonia Torres e Ivonne Mendoza, de la Red Ciudadana de No Violencia y Dignidad Humana, que habían llegado minutos antes de mi visita para comentarle a la mamá que ellas eran "las únicas que tenían contacto directo con la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)" y que todavía "no había ninguna sentencia en el caso del campo algodonero, que ellas serían las primeras en saberlo. Es muy poco serio que ese abogado español (Emilio Ginés, defensor de las familias de las víctimas y miembro del Comité Europeo de Prevención de la Tortura) esté dando esas declaraciones tan irresponsables ".

Ocho años después parece que la justicia comienza. Al menos, por presión internacional.

La mamá de Claudia Ivette me miraba cómo para pedirme explicaciones a su alegría que había durado sólo unas horas. En la mañana, llamé a Josefina para comentarle si podría recibirme en su casita y entrevistarla por la resolución de la CIDH. La mamá no sabía nada. Y le expliqué lo poco que hasta entonces se sabía. "Qué alegría! Voy a bailar jarocho tapatío! ", exclamó.

Al ver su cara, todavía llena de tristeza y profundo desconcierto a pesar de esta condena histórica, pensé en la leyenda negra que nunca se cuenta de los grupos que surgen para defender, supuestamente, a las mamás de las desaparecidas y muertas en Ciudad Juárez. De las supuestas líderes del movimiento que van viajando por el mundo, a costa de donaciones internacionales, sin ser líderes de nada. Y me pregunté cuándo dejarán a las mamás vivir su alegría. Con su tristeza constante.

Y pensé en Emilio Ginés, en su pasión arrolladora por este caso, y en su asombro cuando hace poco más de un año vino por primera vez a Ciudad Juárez, a preparar toda la documentación para este caso. Fui la única periodista invitada como experta a las reuniones junto con otros especialistas en el caso y madres. Nunca escribí nada sobre ese encuentro, en donde recorrimos la ciudad con guardaespaldas. Ginés venía desde Madrid acompañado por una actriz suiza, el director del Comité de Prevención contra la Tortura y Dominique, un camárografo divertídisimo de su organización.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) declara culpable al Gobierno de México de tres feminicidios en el campo algodonero

Las cruces rosas con los nombres de las 8 jóvenes desaparecidas y muertas son sólo un recuerdo en fotos de archivo de periódicos. En el campo algodonero donde Oscar Máynez investigaba la aparición de las 8 osamentas -entre ellas las de Claudia Ivette González, Esmeralda Herrera y Laura Berenice Ramos Monárrez –hay ahora un hotel en contrucción. Es la zona del nuevo Consulado de Estados Unidos en Ciudad Juárez, la única área de la ciudad en donde el progreso no se detiene en un paisaje de terror con más de 2,356 ejecuciones en este año, dentro de la guerra contra el narcotráfico del presidente de México Felipe Calderón.

Máynez –quien fuera jefe de periciales y medicina legal del estado de Chihuahua en Ciudad Juárez, por año y medio hasta su renuncia en enero del 2002- analiza la sentencia con la prespectiva del que trabajó en el caso y tuvo que renunciar por negarse a implantar evidencia falsa en los restos de las jóvenes, y convertir a dos inocentes en culpables. Y recibir amenazas."En México no existe el estado de derecho y sí, la sentencia del CIDH va a tener repercusiones. Quizá incluso tengan que sancionar a algunos funcionarios del pasado, como el actual Procurador de la República, Arturo Chávez Chávez", explica el experto.

Aunque la Procuradora del Estado de Chihuahua, Patricia González Rodríguez prefirió no hacer un comentario sobre la resolución hasta que sea oficial, señaló que la condena tiene un impacto negativo para el gobierno de México porque se hace un "señalamiento muy serio".

La vida continúa en Ciudad Juárez. Con su muerte sin respiro. Ahora no sólo es patrimonio de las jóvenes, pobres y bellas, sino de toda la sociedad. Es el precio de la impunidad. De la corrupción. De la falta de políticas sociales. De la pobreza en la extrema riqueza.

-¿Me deja poner este cartel en el carro?, me pregunta una joven.

(El cartel dice: "Ayúdanos a localizarla!! Edad: 18 años. Mide: 1,60 mts aprox. Ojos: café. Extraviada desde: 11/12/09)

-Es nuestra prima. Leslie Gonzales.

Vanessa y Karen Muñoz, de 30 y 21 años, se pierden entre las calles de Ciudad Juárez, buscando una respuesta. Como otras. Desde hace 16 años.

En Ciudad Juárez, México, frontera con El Paso, Tejas unas 500 mujeres han muerto -un tercio de ellas, por crímenes seriales. El resto de la lista -que comenzó a tejerse en 1993 por Esther Chávez Cano, fundadora de Casa Amiga-, es por violencia doméstica-. En estos crímenes seriales, como los del campo algodonero, el gobierno del estado de Chihuahua ha encarcelado a inocentes. Los abogados de éstos han sido asesinados. Sus muertes están impunes.

Otros asesinatos

El jueves fueron asesinados dos policías ministeriales y dos de estatales, de la Cipol. Más otro hombre. Es la muerte sin respiro: en Ciudad Juárez el peligro está ahora en estar vivo.

Otros tres fueron acribillados en la colonia Melchor Ocampo, a eso de las 4 de la tarde. Por unos 30 casquillos. Charlie, uno de los testigos del hecho, me comentó que fueron dos camionetas con chicos de unos 20 años, sin cristales polarizados, los que acribillaron a los heridos. Charlie, que en el momento del tiroteo estaba limpiando un carro, tuvo suerte. Se lo dijo su padre: "No te toca cabrón".

México, condenado por los 'feminicidios' de Ciudad Juárez

La Corte Iberoamericana atribuye al Estado falta de diligencia al investigar
Cuando Irma Monreal más necesitó a su país, su país no sólo no fue capaz de ayudarla, sino que se le volvió en contra. Irma tenía una hija de 15 años llamada Esmeralda. El 29 de octubre de 2001, Esmeralda desapareció cuando regresaba a su casa en Ciudad Juárez. Su cuerpo fue encontrado junto al de otras mujeres jóvenes en un lugar conocido como campo algodonero. Las autoridades de Ciudad Juárez no tuvieron ni la humanidad de avisar del hallazgo a sus familiares. Se tuvieron que enterar por los periódicos y suplicar después que les enseñaran sus restos para intentar identificarlos.
Irma fue de las pocas madres que acudieron a denunciar el caso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Y ahora, ocho años después, acaba de recibir respuesta. En una sentencia que Karla Micheel Salas, la abogada de las víctimas, considera "histórica", la Corte Interamericana, con sede en Costa Rica, acaba de condenar al Estado mexicano como responsable por la muerte de Esmeralda Herrera Monreal, de 15 años; Claudia Ivette González, de 19, y Laura Berenice Ramos, de 17. La sentencia no se hará pública hasta dentro de unos días, pero Karla Micheel Salas asegura que el Estado mexicano tendrá que pagar por primera vez por su falta de diligencia al investigar las más de 400 muertes de mujeres que se vienen lamentando en Ciudad Juárez desde 1993.

Irma Monreal, de camino a su trabajo en El Paso, la ciudad estadounidense fronteriza con Ciudad Juárez, repite lo que ya declaró ante los jueces internacionales: "Cuando fui a la policía y a las autoridades pidiendo ayuda, ellos me respondieron: 'Señora, vaya y búsquelo usted y pregunte a ver qué le dicen, y según lo que usted investigue, pues viene y nos lo dice".